La familia supone una profunda unidad interna de dos grupos humanos padre e hijos que se constituyen en comunidad a partir de la unidad hombre-mujer. La plenitud de la familia no puede realizarse con personas separadas o del mismo sexo.
Toda familia auténtica tiene un “ámbito espiritual” que condiciona las relaciones familiares: casa común, lazos de sangre, afecto recíproco, vínculos morales que la configuran como “unidad de equilibrio humano y social”.
La familia tiene que equilibrarse a sí misma. De esa manera enseña el equilibrio a los hijos. Ese equilibrio de la familia va a contribuir al equilibrio social.
La familia es el lugar insustituible para formar al hombre-mujer completo, para configurar y desarrollar la individualidad y originalidad del ser humano.
VALORES DE
ALEGRIA- Que contagies tu entusiasmo.
RESPETO-Trátale como si fuera tan buena persona como tú quisieras que sea.
AMOR-Necesita la seguridad en el amor para tener en sí mismo.
HONRADEZ-Que los demás puedan confiar en nosotros.
VALENTIA Y VALOR-Saber encarar las cosas en las dificultades.
ESPERANZA-Creer en lo que se está haciendo.
GENEROSIDAD- De ayudar a los demás.
DAR SENTIDO A LAVIDA-Espiritualidad.
EDUCA A TUS HIJOS EN VALORES- No admitir que los demás le programen el cerebro.
Hay que salir a sembrar con entusiasmo que nada ni nadie pueda contra nosotros. Nuestra capacidad de soñar no se puede acabar.
¡FORMEMOS¡ un frente de soñadores que consiga una FAMILIA MEJOR, una sociedad mejor, en un mundo mejor.
Myrna Rosa Escoffie B y Cesar Pasos B.
Retos Nuevos A. C.
Enero de 2009
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