lunes, 19 de enero de 2009

RESPETO A LOS DERECHOS DEL NIÑO POR ENCIMA DE TODO

“El matrimonio entre personas del mismo sexo no ataca a la familia ni pervierte a la sociedad –señalan”

Silvia Sarti de Molina.

Hace unos días leí una noticia en el diario que me llamó gravemente la atención:

*Organizaciones civiles yucatecas dan a conocer una iniciativa de matrimonio entre personas del mismo sexo* 

Para esta iniciativa argumentaban varias razones, entre ellas una especialmente me parece preocupante :

“Porque la figura que ofrece la más amplia protección a los derechos de dos personas que deciden unirse públicamente y compartir sus vidas, con todas las consecuencias legales que de esto se deriva, es el matrimonio

Lo realmente preocupante es que al querer  contraer matrimonio, como se  pretende, quieran formar como consecuencia una  “familia”. Lo cual significa que buscarán para lograrlo, la adopción.

El artículo 316-A del código civil del Estado de Yucatán  aclara: “Para que la adopción pueda determinarse, se requiere sea benéfica y atienda al interés superior del adoptado”. Y dentro de los requisitos para acreditar están:

-Su aptitud e idoneidad para desempeñar las funciones paternas

-Ser de buenas costumbres

Lo cual en un matrimonio de personas con preferencia sexual hacia su mismo sexo, es realmente imposible.

Curiosamente las organizaciones que convocan a esta propuesta de ley, son  defensoras de los derechos humanos, y son ellas mismas que quieren violar los derechos de estos niños.

En ética, derecho significa aquello que cuadra con el concepto de la norma moral y es, por consiguiente, moralmente bueno.

La palabra derecho se utiliza también para significar lo que es justo: una ley justa, una pretensión justa, lo que es debido.

Pedir un derecho, donde se violen los derechos de otras personas, (en este caso los niños susceptibles de ser adoptados por estas personas), ni es moralmente bueno, ni es justo.

Sabemos por otra parte que ningún derecho es ilimitado, su límite es el derecho del otro.

El artículo 4º de nuestra Constitución dice claramente: “los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral”

Cómo podrá ser el desarrollo integral de un niño viviendo una distorsión de la realidad.

Y el mismo artículo señala: “el Estado proveerá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos”.

Si el Estado llega a aprobar esta ley, será él mismo el que viole este artículo de la Constitución.

 Con respecto a la homosexualidad la Organización Mundial de la Salud la ha declarado como no enfermedad. Pero a pesar de esta declaración los científicos del mundo, no han podido descifrar el origen de la orientación sexual de una persona homosexual. Aunque algunas teorías apuntan a que es innata, no se conoce con exactitud el papel que juega la herencia genética o las experiencias durante el desarrollo en la infancia, la influencia y relación con los padres, etc.

Existe una ley de conciencia que dice “ante la duda sigue el camino más seguro” y entendemos como camino más seguro, aquel que con mayor seguridad conserva el bien moral y con mayor seguridad evita la acción mala.

Es un hecho que no podemos exponer a los niños, ante una situación de dos padres o dos madres con orientación sexual hacia su mismo sexo, creando el peligro de que el niño, por experiencia de convivencia influya en su vida y termine confundiéndose en cuanto a su orientación sexual.

Es un deber de toda persona vigilar que se respeten los derechos humanos de otras personas,  pero sobre todo,  los derechos de los más indefensos.

Debemos como sociedad civil proteger los derechos humanos, aunque con ello se nos tache de “fanáticos” y “retrogradas”.  Quieren estas organizaciones hacernos creer que con esta posible aprobación de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo,  Yucatán da un paso “vanguardista en materia legislativa, siendo el primero en ponerse a la altura de los tiempos”, cuando en realidad, esto sería un motivo de vergüenza para la sociedad si permite esta arbitrariedad contra el orden natural de la persona. La verdad es que no se puede ir en contra de la Naturaleza Humana,  la historia nos ha demostrado que cuando se atenta contra ella, los resultados son desastrosos.

“Toda persona humana, sólo porque es persona humana, merece ser feliz, pero esa felicidad no puede basarse en la desgracia de otros”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario